Agencia de Noticias Hawzah- Hablando en su sermón del viernes en Bagdad, el ayatolá Sayyed Yassin Mousavi, Imam de la Oración del Viernes de la capital y destacado profesor del Seminario de Nayaf Ashraf, afirmó que el proceso político iraquí continúa enfrentando una grave disfuncionalidad, visible principalmente en la ausencia de un marco genuino de "gobierno y oposición".
El ayatolá Mousavi dijo que la ciencia política se basa en la existencia de una autoridad gobernante que administra los asuntos del Estado y una oposición que supervisa el desempeño, corrige las desviaciones políticas y, cuando es necesario, permite una transferencia de poder pacífica y constitucional.
"Si este modelo se implementa correctamente, puede corregir errores y reformar políticas, e incluso reemplazar a un gobierno ineficiente a través de medios legales y constitucionales", afirmó, agregando que, aunque este modelo está bien establecido en la teoría y práctica política en otros lugares, la realidad política de Irak sigue estando lejos de él.
Refiriéndose a los acontecimientos posteriores a la invasión de 2003, el Imam de la Oración del Viernes de Bagdad dijo que el proceso político iraquí surgió inicialmente como una "estructura de gobierno de la era de la ocupación", con instituciones estatales formadas bajo la supervisión directa de las fuerzas estadounidenses.
Señaló que un punto de inflexión llegó cuando la máxima autoridad religiosa de Irak intervino e insistió en redactar una constitución basada en la voluntad del pueblo. "Esa constitución definió la identidad de la nación y sus principios fundamentales y sentó las bases para un gobierno nacional que debería haberse construido sobre cimientos constitucionales claros", dijo.
El ayatolá Mousavi recordó el período de violencia y terrorismo generalizado que coincidió con lo que se describió como oposición política, subrayando que el pueblo iraquí pagó un precio enorme en sangre para derrotar proyectos extremistas, ya sea bajo la bandera de Al-Qaeda o del grupo terrorista Daesh.
"Tras la derrota del terrorismo, se esperaba que entráramos en una fase de reconstrucción y construcción del Estado", dijo. "En cambio, nos encontramos enfrentando una nueva y peligrosa crisis".
Criticó duramente a las corrientes políticas iraquíes, afirmando que el país no ha sido gobernado en la práctica por partidos con programas nacionales coherentes, ya sean islámicos o seculares, sino por individuos que operan bajo el nombre de partidos.
"Los partidos se crearon para servir a individuos, no los individuos para servir a programas nacionales. Esta es la raíz misma del problema", afirmó.
El clérigo advirtió que la amenaza más grave que enfrenta Irak hoy es la creciente brecha entre el gobierno y el pueblo, un problema reiteradamente señalado por la máxima autoridad religiosa.
"Esta separación surge de una lucha implacable por permanecer en el poder y explotar sus privilegios, hasta el punto en que la responsabilidad se transforma de un deber en un botín político", dijo.
Al abordar el proceso de selección de un primer ministro, el ayatolá Mousavi afirmó que la escena política iraquí se está reproduciendo una vez más siguiendo las mismas líneas defectuosas. "Ningún candidato se propone sobre la base de la competencia o un proyecto nacional. El único criterio es la preservación de intereses personales y la satisfacción de Estados Unidos", declaró.
Enfatizó que las presiones económicas y de seguridad ejercidas por Washington nunca pueden justificar la rendición si existe una voluntad nacional genuina. "La presión extranjera no excusa el abandono de la soberanía", añadió.
Comparando la experiencia de Irak con la de la República Islámica de Irán, el Imam de la Oración del Viernes de Bagdad dijo que Irán ha soportado décadas de sanciones severas y, sin embargo, ha logrado construir un Estado fuerte en los campos económico, militar y tecnológico.
"Mientras tanto, nosotros seguimos importando nuestras necesidades más básicas", dijo. "La diferencia es que allí hay un sistema que se respeta a sí mismo y a su pueblo".
El ayatolá Mousavi dijo que el débil desempeño político también ha socavado la posición internacional de Irak, hasta el punto de que los ciudadanos iraquíes no son tratados con el debido respeto incluso cuando viajan al extranjero. "Este es el resultado de la ausencia de un Estado real e instituciones profundamente arraigadas", afirmó.
Enfatizó que la nación iraquí ha demostrado repetidamente paciencia y resiliencia, desde la era de la dictadura hasta las guerras civiles y la lucha contra el terrorismo. "Esta es una gran nación, capaz de sacrificarse por su patria, pero necesita un liderazgo honesto y comprometido que realmente crea en su pueblo", dijo.
El clérigo también criticó la retórica oficial sobre "respetar la voluntad del pueblo", afirmando que los resultados electorales a menudo se manipulan a través de coaliciones políticas en lugar de reflejar un mandato popular genuino. "Cuando el pueblo es efectivamente excluido de la toma de decisiones, hablar de respetar su voluntad pierde sentido", sostuvo.
Para concluir su sermón, el ayatolá Mousavi rechazó categóricamente cualquier proyecto o acuerdo que menoscabe la soberanía de Irak, incluidos los grandes esquemas de inversión que entregan tierras nacionales y decisiones estratégicas a actores extranjeros.
"Irak no es un botín de guerra", declaró. "Aquellos que son incapaces de asumir la responsabilidad de la gobernanza deberían admitirlo abiertamente. Convertir al gobierno en una transacción es una desgracia política".
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